Hay cientos de pequeñas cosas que me hacen feliz. Llamarme loca si quereis pero una de las cosas que más me gustan en este mundo es ese pequeño bicho negro que adoptamos en plan locura. No me gustaban mucho los gatos pero tengo que reconocer que estoy totalmente enamorada de esta gata.
Adoro llegar a casa y encontrarme a Luna enroscada cerca de la ventana totalmente dormida y feliz porque le da el sol. Ese calorcito que te transmite cuando la abrazo (huele a ropa planchada), ese ronroneo que me tranquiliza tanto cuando estoy nerviosa, esos ojos que me dicen «mimame».
¡Una de las mejores sensaciones! No lo cambio por nada del mundo.